lunes, noviembre 28, 2005
No leer esto 8(
A.F.M.C

Gustavo camina apurado, va atrasado a juntarse con el Ciro, mira su reloj y ya han pasado como 20 minutos de la hora acordada. No se iban a juntar para nada importante, pero al "Tavo" no le gustaba llegar tarde, especialmente dejar esperando a su mejor amigo. Para llegar más rápido, se va por un atajo conocido, una calle-pasillo-sitio que estaba lleno de basura y escombros de construcciones aledañas. Casi nunca se iba por ahí, pero tuvo que hacerlo para no irse por la calle principal que significaba darse una gran vuelta y unos 10 minutos más de atraso. Empezó a caminar más rápido todavía, transpiraba como loco, era verano y hacían como 30 grados, los bermudas que llevaba puestos no fueron suficientes para mantenerse fresco. La calle-atajo era larga y algo oscura, estaba entre dos grandes edificios que habían construido hace poco. le suena el celular, en la pantalla aparecía Ciro. "Puta este weón me va a preguntar adonde vengo", pensó, y decidió no contestar. Estaba guardando el celular en la mochila, cuando de un segundo a otro se tropieza monumentalmente y se saca la mierda, quedó en el suelo, con las rodillas ensangrentadas, la mochila tirada a su lado y el celular que había llegado a la cresta. "¡Puta la weá!" grita, pero no fuerte. Se para y va a recoger el celular. Cuando dá la vuelta para ir a buscar su mochila se queda estático. De pronto, el calor se transformó en frío, ni siquiera sentía el ardor en las rodillas que le sangraban, tampoco le importó haberse rasmillado las palmas de las manos. Se queda un buen rato mirando lo que tiene en frente, y cuando por fin sale de su asombro se acerca lentamente a su mochila y saca el celular. Marca el número de Ciro.
-¿Aló?
-Weón ¿aonde tay?
-Puta sory Tavo, esque me atrasé porque justo llegó el Carlos a a la casa pa´pasarme unos cd´s que me tenía...
-¡Ya weón da lo mismo! ¿pero aonde tay? ¿tay cerca?
-Puta toy como a una cuadra, espérame po´
-No, oye, vente al callejón de atrás, pero al toque weón , apúrate
-¿Y pa qué?
-¡Puta weón no weí y vente pacá rápido!
-Chucha ya, voy
Gustavo tiene el celular en la mano pero no lo guarda, se sienta en el suelo y sólo mira pegadísimo lo que tiene adelante. De pronto escucha: "¡Tavo!", era Ciro que se acercaba, pero Gustavo apenas sube la mirada. A medida Ciro se va acercando empieza a disminuir su velocidad, ve lo que hay en el suelo y luego mira a su amigo. Se coloca a su lado. Después de un buen rato los dos logran hablar.
-Weón, ¿quién es?
-No sé po weón, ¿cómo querí que sepa?
-¿Hace cuánto que está acá?
-No sé
-¿Tú no más lo has visto?
-Puta no sé Ciro, cómo querí que sepa, llevo un poco e´rato más que tu no má mirándolo
-¿Y cómo lo cachaste?
-Venía caminando re apurao y me sonó el celular po, erai vo´y no te quise contestar, iba a guardar la cagá cuando me tropiezo con algo y me saco la mierda. Fui a buscar el celular, me estoy devolviendo a buscar la mochila y me encuentro con él.
-¿Y cómo no lo cachaste?
-Puta, venía apurao po weón, ¿cómo me iba a imaginar que me iba a encontrar con un muerto en el suelo?
-¿Está muerto?
-Puta, Ciro yo cacho, no sé...si estuviera vivo me habría sentido cuando me tropecé con él, y si está raja cocio también po, además no tiene pinta de curahuilla, si está con terno po´. Cacha, le brillan los zapatos de lo lustrado que están. Y tiene el medio reloj. Osea que no lo asltaron ni ná.¿Pero que hacía un loco así por aquí?
-Yo quiero cachar si está muerto
-¿Y cómo vai a cachar esa weá? ¿te atreví a tocarlo y tomarle el pulso?
-Sí
-Yo ni cagando
Ciro se para decidido y se acerca hasta el cuerpo, se pone muy cerca de él, tan cerca que está sólo a centímetros de la nariz del extraño. "No respira" dice. Le toma el pulso. Gustavo se para, pero no se mueve, y lo mira impresionado, él nunca podría haber hecho eso. Ciro suelta la mano, pero no había ninguna expresión en su cara. Hasta que se paró.
-¿Y?
-Está muerto
-¿Tay seguro?
-Sí
-¿Y como tay tan seguro?
-¡Puta Tavo!, mi vieja es enfermera y me enseñó a hacer esa weá, por eso cacho que el weón está muerto. Además está más helado que la cresta.
-Yo creo que deberíamos avisarle a los pacos. Ha pasado caleta de rato ya, y capaz que cuando lleguen nos pregunten que qué weá andábamos haciendo acá y le vamos a tener que decir que vó le tomaste el pulso y que lo tocaste y...
-¿Y que tanta weá con eso? ¿Tu creí que me van a meter en cana por tomarle el pulso a un muerto?
-Puta, pero es que los pacos culiaos son re cuáticos, esa es la wea, se van a poner hacer preguntas weonas...
-Tay loco, no va a pasar nada. Podríamos cachar qué tiene en los bolsillos, pa saber quién es, donde trabaja, si tiene familia o algo.
-Ahí si que los pacos nos cagan weón. Revisándole las cosas a un muerto. Linda la wea.
-Que soy mamón Tavo, si no le vamos a robar nada, es para saber quién es, y después devolvemos todo donde estaba. Ya po weón no seai miedoso.
-Si no es que sea miedoso, es que...puta...me da cosa po Ciro. Además dijiste que el loco estaba helado.
-Pero si no lo vamos a tocar, vamos a ver lo que tiene en los bolsillos, nada más.
-Puta hace la weá que querai, yo no lo toco ni cagando.
-Mamón.
Ciro se acerca de nuevo al cuerpo, pero ahora lo hace más rápido. Va directamente al bolsillo y saca una billetera de cuero con unas iniciales doradas. Un pañuelo de género y unas tarjetas. Revisa el bolsillo del interior de la chaqueta pero no hay nada. Llega con lo recolectado al lado de Gustavo y se las pasa.
-¿Qué?
-Ábrela
-¿Y porqué yo?
-Ya po´ Tavo, que te cuesta abrir una billetera. Yo hice el trabajo sucio, ahora te toca a ti abrirla y saber quién es.
-Ya weón, si la voy abrir... ¡Cacha weón!, tiene como 200 lucas, ohh caleta de plata...tiene tarjetas de crédito, boletas del Redbank, nada de fotos, aquí está el carné
-¿A ver?, " Arturo Felipe Momberg Catalán", el medio nombre, es de Santiago y tiene 34 años.
-¿Qué habrá andado haciendo por acá?, y más encima en este barrio. Que raro weón.
-No cacho. Ya, guardemos la weá, ya sabemos quién es y dónde vive.
-Ya Tavo relajao si la guardo al toque...¿y qué hacemos con la plata?
-La guardai ahí mismo
-Puta, ya. ¿Y si les sacamos unas luquitas no ma´?
-No weón, Ciro no weí, ahí s que las cagaríamos. Noóo, ni cagando, no te pongai saiko po´ weón
-Ya, si era una idea no más
- Voy a llamar a los pacos, llevamos mucho rato aquí
-Le quiero ver la cara
-Yaaaa...córtala culiao, si ya le viste la cara al pobre weón.
-Pero es que está de espaldas po´ Tavo, le veo la mitad no má
-No, no pasa ná. Me voy a enojar Ciro, la dura. Deja al pobre weón piola. Además hay que dejarlo como lo encontramos, o si no los pacos van a preguntar porqué lo movimos
-Ya, si no voy hacer na´. Llama a los pacos.
Gustavo, que tenía todavía el celular en su mano, comenzó a marcar, pero en el segundo dígito, se detuvo. Alguien venía. Ciro también se había dado cuenta. Se pusieron nerviosos y no decían nada. Gustavo atinó sólo a ponserse la mochila. Ciro estaba a su lado comiéndose las uñas.
-Weón, ¿que chucha hacemos?
-Escondámonos
Alcanzaron a tirarse debajo de unos metales y fierros, justo antes de que los pudieran ver. Al segundo aparecieron tres personas. Dos hombres y una mujer, todos como de treinta años. Se detuvieron justo frente al cuerpo de Arturo, pero no decían nada. La mujer tmovió con su pie
el cuerpo. Miró a los dos hombres y les hizo una seña de recogerlo. Ciro y Tavo no podían creer lo que veían. No se movían, no se miraban, casi ni respiraban detrás de la montonera de metales, empezaron a sudar. Los dos hombres levantaron el cuerpo, la mujer recibió una llamada a su celular: "Aquí está, ten el auto listo". Colgó, se dió vuelta mirando a su alrededor y los dos amigos pudieron ver su cara. Era una mujer alta y delgada, su pelo era castaño claro y unos ojos muy azules.
Ella, los dos hombres y Arturo desaparecieron.
Tavo y Ciro esperaron unos diez minutos, hasta que al fin se atrevieron a salir.
-¡Conchetumadre weón!, ¡se lo llevaron!, ¡weón! ¡ se lo llevaron!
-¡Ciro por la puta!, ¿te podí calmar weón?, sí, sí, se lo llevaron. Déjame cachar que weá está pasando, esta weá no puede ser. ¿Quiénes eran esos weones?
-Unos matones culiaos po´ Tavo, eso eran. Quizás paonde se llevaron al Arturo weón, quizás ahora lo van a tirar al mar o alguna wea así, capaz que mañana aparezca en un bosque decapitado weón. ¡Eso va a pasar!
Gustavo estaba agarrándose la cabeza con las manos, mientras caminaba en círculos donde antes estaba tendido el cuerpo de Arturo
-Deberíamos haber llamado a los pacos al toque Ciro, las cagamos. No creo que le hagan nada más, si ya está muerto. A lo más lo van a enterrar por ahí... puta no sé ... las cagamos
-Si sé. La media cagaita. Estuvimos tan cerca de que ese a pobre weón lo encontrara la mamá,quizás lo andaban buscando, la familia debe estar preocupada, puta y yo más encima weviando y sacándole las weas de la billetera ¡Como tan aweonao!
-Ciro vámonos
-¿Qué?
-¡Vámonos!
Gustavo empezó a caminar en dirección opuesta a la que habían tomado los tres sujetos, Ciro lo seguía de cerca. Comenzaron a caminar, no hablaban, estaban con el corazón a mil, Ciro se comía las uñas pero Gustavo sólo caminaba. Después de media hora de caminata, Tevo para abruptamente.
-Esta weá vamos hacer. Nos vamos a ir pa´ la casa y no le vamos a contar a nadie esta weá ¿me escuchaste?, Ciro ¡A nadie!, ni a tu mamá, ni al Carlos, ni al Benja, a ni un weón. Llegai y te encerrai en tu pieza. Yo voy hacer lo mismo. A la noche te llamo. Mira ahí viene tu micro, ándate al toque.
Ciro no dijo nada, pero asentía con la cabeza a todo lo que su amigo le decía. Gustavo debía caminar un par de cuadras más para tomar la micro a su casa. La hizo parar, se subió y se sentó al último.
-¿Aló?
-¿Aló, está el Ciro?
-Hola, buenas noches Gustavo, tu ya no saludas parece
-Ahh , perdón tía, ¿Cómo está?
Lo último que necesitaba Gustavo era tener esa conversaciones educaditas con la mamá del Ciro, pero no le quedaba otra que hablar con ella.
-De lo más bien, un poco resfriada, pero estoy tomando antibióticos, es que está haciendo tanto frío en las noches
-Mmmm...
-Ya pue, te paso al Ciro....¡Ciro!, ¡Gustavo te llama! Adiós lindo
-Chao tía
-Hola
- ¿Colgaron?
-Si, ya colgaron, no está escuchando nadie.
-Ya, cacha Ciro que creo que lo mejor que podemos hacer es no contarle a nadie nunca, y puta, obviamente, no llamar a los pacos
-¿Qué?
-Si weón, esta weá es muy tranfuga, y si vamos a los pacos ahí sí que cagamos. ¿Tu creí que nos van a creer alguna wea?, le vamos a tener que decir que lo registramos entero, que le sacamos la billetera y toa la volá. Puta, igual re penca lo que le pasó al Arturo, pero nosotros no nos podemos meter. Quizás en qué weá andaba metio él también po´. Mi mamá anda brígida conmigo, ni me habla, y no pasa ná con que los pacos me vengan a buscar a la casa pa´ ir a declarar.¿Te cachai? Mi vieja me mata, y pa´ qué decirte mi viejo, que anda con toda la weá de que no estudio, que soy un flojo y la weá. No me los quiero seguir hechando encima.
-Puta que soy mamón Tavo, las cagaste
-¿Qué weá?
-¡Eso po´ culiao!, que soy un mamón. ¿Y si esos tres weones mataron al Arturo?, vimos a unos matones llevarse a un weón que quizás nunca le había hecho mal a nadie. Nadie va a saber lo que le pasó, y vo´no querí avisarle a los pacos de esta media cagá, estamos hablando de un asesinato po´ weón, porque te da miedo tu viejo? ¿Esa weá me tay diciendo? Claro que soy mamón po´ Tavo.
-No te pongai cuático Ciro, si es por los dos también po weón. ¿Tu creí que cuando le contí esto a tus viejos te van a regalar un auto?, tay weón. Se van a cagar de susto de saber en las weás que andabai. A si que no te las di de justiciero porque nos pueden terminar cagando a nosotros
-¿Cómo nos van a cagar a nosotros si no hicimos ni una weá?, lo único que hicimos era cachar si el Arturo tenía pulso y sacarle la billetera pa´ cachar quién era. ¿Porqué te asustai tanto maricón?
-¿Sabí que má Ciro?, tay cagao weón, yo no voy a contar nada, espero que tu tampoco, porque me estariai cagando heavy, vo´sabi los rollos que tengo en la casa con mis viejos, y te pasariai de aweonao en andar soltando la weá. Y si llegas a contar algo, yo lo voy a negar todo, ¿me escuchaste?, no me pienso meter más en esto.
-Las cagaste
-¿Porqué m....puta, me colgó el weón.
Después de esta conversación, Ciro no le habló más a Gustavo. Ninguno de los dos mencionó nuna a nadie lo que habían visto. El Tavo trató muchas veces de de hablar con su amigo, pero era inútil, Ciro simplemente no le respondía. La única vez que le dirigió la palabra, fue cuatro meses después de lo de Arturo.
-¿Sabes lo que me caga la cabeza Tavo?, es que el Arturo pudo haber estado vivo. Si sé que yo le tomé el pulso y todo y que según yo estaba muerto.¿Pero y si no?, ¿y si me equivoqué?, estaba igual de nervioso que tú ese día y lo pude haber hecho mal. Quizás estaba inconciente, quizás sí estaba respirando cuando me acerqué a él. ¿Y si estaba respirando y yo no cache?. Esta es la wea que me tiene mal po weón. Fui YO el que me acerqué a él, fui YO el que quizás se condorió y dijo que el loco estaba muerto cuando en verdad sí estaba respirando. Soy YO el que tiene que vivir con esa weá. ¿Sabí cuántas veces he soñado con esta weá?, puta weón te encargo el remordimiento de conciencia. Tu estay tranquilo porque apenas te acercaste al Arturo, tu no fuiste el que se las dió de doctor y dijo ke estaba muerto. Esos weones quizás lo mataron despuésde que se lo llevaron. ¿Para qué se iban a llevar a un weón que ya estaba muerto?
-Puta Ciro, es que...
-Dejame terminar. ¿No viste las noticias a la semana que pasó esta weá?
-No me acuerdo, parece que no
-Yo las ví, veía todos los días las noticias pa cachar si salía algo del Arturo. Hasta que apareció. Lo encontraron a la cresta en un fundo abandonado. Le habían pegado tres tiros en la cabeza. Lo habían amarrado y lo habían amordazado. Los tiras salieron hablando y dijeron que se había tratado de desamarrar porque las muñecas las tenía entera rotas. Osea que estaba vivo po´ weón. Cuando esos weones se lo llevaron, el Arturo estaba vivo todavía. Pudo haber estado medio aweonao, o quizás que weá le había pasado que no reaccionaba. Estaba helado porque quizás se había pegado en la cabeza y le faltaba oxígeno, ¡qué se yo!. Pero nosotros pudimos haber evitado toda esa weá. Salió la familia en la tele Tavo. El loco era re inteligente y era hijo único.
-Pero Ciro, cómo íbamos a saber nosotros que estaba vivo
-Ahí está la weá po´ Tavo. Era una weá tan simple la que teníamos que hacer. Llamar a los pacos y contarles lo que habíamos visto, y hubieran empezao al toque a buscarlo, porque el Arturo ya llevaba como dos días desaparecido. Tenía esa enfermedad que derrepente los locos no cachan quiénes son y se mandan a cambiar. Derrepente como que se iba y aparecía en cualquier parte. Por eso andaba por acá.
-Pal pico la weá...Ciro, puta, si te sirve de algo, perdón
-No, no me sirve de ná po´ Tavo... no me sirve de ni una weá
Ciro dió un suspiro, miró a Tavo, se dió vuelta y empezó a caminar. Nunca más hablaron.
Soundtrack Texto: Blind, Korn
Posteado por numb @ 11/28/2005 03:02:00 p. m.
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